jueves, 4 de noviembre de 2010

XCIX: Momentos gratos

Fragmento de diario, diciembre

Los claros de Tirisfal son el sitio perfecto para amargarse. Si quieres darle vueltas a las mierdas de tu vida, nada mejor que el pueblo muerto. Hoy, sin embargo, se celebra algo alegre en los claros. Nosotros, al menos, lo hacemos.

Theron y Eliannor se van a casar.

Me había enseñado el anillo hace unos días, aunque yo ya me lo imaginaba un poco antes de que lo hiciera. Yo haría lo mismo en su lugar. Aquí no hay Iradiel ni la Legión les busca, aquí pueden empezar de cero y darse una oportunidad. Alguna vez, hablando con Eliannor le he dicho que no mire hacia atrás. A Theron también. La vida da pocas oportunidades a los tragos dulces, y es de necios no aprovecharlas. Vivir es sufrir, sí, pero no es sólo eso, así que se van a casar y eso también me endulza a mí. Si el mal de muchos no me consuela, el bien de otros me eleva.

Últimamente, Theron parece un adolescente, y a pesar de los ojos verdes, las runas y los cuernos, a veces creo ver en sus rasgos la misma expresión del chaval aprendiz de joyero que fue un día, ese al que no conocí pero conozco a través de sus recuerdos. El que era, antes de que su vida se convirtiera en algo completamente diferente.

Le mandé de vacaciones obligadas para que recuperase el tiempo perdido con Eliannor. No sólo por eso. No está centrado, como es natural, y su cabeza y su corazón están en otra parte, así que le aparté con sutileza para que se dedique a lo que ahora le toca. Necesito a los míos a mi lado y con la mente en el objetivo; todo el que no lo está, aunque sea él, es un punto flaco en la Guardia y en la lucha. En Zeramas, se quedó atrás con Eliannor. Y no espero a los que se quedan atrás. Aquí se va a mi paso o no se va. Cuando ambos estén listos para caminar, entonces que vuelvan de sus vacaciones y empiecen a combatir.

Así que tenemos boda próximamente, y las mierdas parecen menos mierda con este acontecimiento. Theron ha invitado incluso a Oladian. Hibrys no vendrá. Ella y Elhian han formado algo parecido al Club de las Despechadas, ahora les ha dado por vestirse igual y hacerse coletas. Sospecho que ambas se reúnen a ponernos verdes al brujo y a mí. No entiendo a las mujeres, al menos a éstas.

En realidad, creo que a ninguna. Nunca acabé de entender a Ivaine, no entendía a veces a Rashe - especialmente el día que le dio por ponerse vestido, aún no me lo explico - y desde luego no entendía a Aricia. No entiendo a Elhian y tampoco entiendo mucho a Eliannor.

Es agradable y simpática, tiene el pelo blanco y es muy bonita. Muy femenina. Supongo que es lo que le va a Theron, esa dulzura que convive en ella junto a una fuerza interior de envergadura. Esa chica no es una muñequita, tiene arrestos y carácter, y se mostró muy decidida cuando quiso entrar en la Guardia. Theron la ama y con eso a mí me vale, ya la iré conociendo. Pero tengo la impresión de que ella no encaja muy bien mi carácter y mi manera de hacer las cosas. Muchas veces no entiendo sus reacciones. Parece tener una especie de prisa rara por caerme en gracia, o buscar gestos de afecto en mi persona.

A veces me afronta. Y a mi no se me afronta, yo tengo que ir a mi ritmo, joder. No me gustan las intrusiones.

Eliannor siempre parece esperar algo de mí que yo no puedo darle. ¿Entusiasmo, tal vez? ¿Más simpatía? Me dijo que cuando está conmigo, se siente como si "estuviera hablando con los dos", una especie de ensamblaje extraño de Iradiel y Theron. Y como es natural, me afronta que la novia de mi brujo me compare con sus dos amores. Vamos, yo lo veo normal, cojones. Es más alarmante que el clásico "me recuerdas a mi ex", y suficiente para hacerme marcar distancias hasta que nos conozcamos más. Cosa que parece no gustarle. El otro día discutimos un poco, me dijo que soy muy frío y que  no la valoro por sí misma.

Pues es verdad. No sé si soy frío, pero hasta ahora sólo puedo valorarla en relación a lo que Theron siente por ella. No tengo nada más en qué basarme aún. Enfadarse por eso me parece bastante incomprensible.

En cualquier caso, sus reacciones me dan la razón. Hoy les dimos los malditos regalos de bodas, y más me hubiera valido dárselos a los dos a la vez. ¿Como se supone que tengo que interpretar lo que ha pasado? Le di su regalo y le dije algunas cosas de corazón: que era bienvenida, que podía contar conmigo, que tuviera fe en el mañana. Mi hija también me besa en los labios cuando le digo cosas de ese tipo. Bueno, cosas que le hacen sentir bien. Pero mi hija no tiene las tetas desarrolladas, no me compara con sus grandes amores y no es la novia de Theron. No es que haya malinterpretado ese beso. Es más, me da igual su origen. Que no me gusta que las novias de mis amigos me besen, y punto. Esas cosas las elijo yo, con quién y cuándo.

Le di su regalo a Eliannor, ella me besó, luego se sonrojó y se marchó toda emocionada, mirando hacia atrás de vez en cuando. Es el tipo de cosas que pueden terminar en un lío de seis pares de cojones, es el tipo de cosas que no entiendo, y es el tipo de cosas que quiero evitar.

A Theron le he cazado un oso y le he conseguido un bastón. Gracias a la Luz, su efusividad no ha sido tan manifiesta; si me besa le parto la cara.

Después de la boda, vamos a tener más agitación que un prostíbulo de Bahía en día de desembarco: hay que luchar en el Norte y todas las manos son pocas. Esta vez, Naxxramas no se me va a escapar. Le arrancaré la podrida filacteria a ese lich y se la pondré al cuello a la Reina Roja.

De momento, estamos de celebración. Mi brujo está contento, aunque parece también alerta, esperando ver por dónde le cae la hostia esta vez. Espero que se relaje un poco y aprenda a beber de los cálices dulces y apartar los amargos, que ya le va tocando.